En la Resolución del 8vo Congreso del Partido sobre la evaluación del cumplimiento de la resolución del 7mo Congreso del Partido acerca de los objetivos de trabajo de la primera conferencia, relacionados con el funcionamiento, de la actividad ideológica y la vinculación con las masas se plantea como proyección:
“Contribuir al perfeccionamiento de los Órganos del Poder Popular, potenciando el municipio como ente principal de la dirección local. Priorizar la atención a las nuevas estructuras y la existencia de relaciones adecuadas entre ellas, el fortalecimiento de las asambleas municipales, la labor del delgado, el trabajo comunitario integrado, la atención a los planteamientos de los electores, la ampliación de los mecanismos de acceso de la ciudadanía, la información pública y la participación popular” (Partido Comunista de Cuba, 2021 p. 5)
En el artículo los mundos nuevos de Victor Fowler publicado el pasado 2 de agosto en la página 3 de Granma plantea “.. la necesidad de emprender una renovación profunda de estructuras del poder popular como los CDR, la FMC y el Poder Popular mismo; la obligación que los aparatos estatal y político reinventen continuamente sus interacciones con los ciudadanos …..”.
Esas interacciones transformadoras e innovadoras pueden y deben darse en el marco del Trabajo Comunitario Integrado, libre de burocracia y fórmulas asistencialistas que coartan la participación comunitaria.
Se asume, por parte de la autora, la propuesta de autodesarrollo comunitario, creada por el Centro de Estudios Comunitarios, atendiendo a que ha sistematizado epistemas con una metodología y práctica investigativa donde la participación, la cooperación, el continuo descubrimiento de las contradicciones que dinamizan el desarrollo, y la construcción de proyectos que permitan la emancipación, constituyen los fundamentos de su esencia (Castillo Arzola, 2018).
Lo comunitario se presenta en aquellos segmentos donde se da la solidaridad por semejanza que se enuncia en la sociología clásica, y tiene como una de sus manifestaciones la localidad (barrio, poblado), basada en relaciones de vecindad. Parte esencial de lo comunitario está contenido en un tipo de relación que se estructura con vínculos simétricos y que crea lazos de horizontalidad que se entretejen cuando se hace causa común con el otro.
Al desarrollo comunitario se accede al propiciar el establecimiento de relaciones sociales simétricas entre los actores gubernamentales para suprimir todo tipo de rupturas y para favorecer el encuentro de criterios superando las asimetrías estructuralmente impuestas por la opresión social. Esta relación social simétrica puede darse sin que los implicados tengan conciencia de ello, también puede existir en la exclusión de otras comunidades o de los que no son miembros de la comunidad, por último, puede darse como una identidad comunitaria que reconoce otras identidades para construir un proyecto colectivo. “A esos estadíos les hemos denominado comunidad en sí, comunidad para sí y comunidad en emancipación, que son, por lo tanto, niveles de desarrollo de lo comunitario” (Toledo et al., 2016: 28).
La comunidad no es un lugar en sí, sino “…un tipo de relación social entre las personas y grupos humanos” (Alonso, 2008: 21), caracterizada por la existencia de vínculos en los que se logran superan las asimetrías sociales, propiciando la transformación de su propia realidad. A partir de este presupuesto se asume que “comunidad es un grupo social donde transcurren procesos de participación y cooperación en torno a un proyecto colectivo” (Alonso et al., 2013: 2).
Momentos principales del trabajo comunitario integrado.
El trabajo comunitario integrado es un proceso organizado y dirigido hacia objetivos concretos de desarrollo de la comunidad a partir de la participación popular en la solución de los problemas y en el desarrollo de mecanismos de auto gestión local. No es sólo trabajo para la comunidad, ni en la comunidad, ni siquiera con la comunidad; es un proceso de transformación desde la comunidad: planificado, conducido, ejecutado y evaluado por la propia comunidad
Los objetivos del trabajo comunitario integrado son los siguientes:
Potenciar los esfuerzos y la acción de la comunidad para el mejoramiento de las condiciones de vida de la población.
Lograr el autodesarrollo comunitario que implique el mejoramiento de la calidad de vida.
Para los órganos de trabajo del Poder Popular el TCI es ante todo: un método de cómo hacer las cosas y un instrumento necesario para el trabajo del delegado.Este proceso implica como premisa la capacitación de los recursos humanos y su utilización como fuente de desarrollo potenciando su visión anticipativa para la gestión, planificación, coordinación, concertación y evaluación.
También implica favorecer procesos de participación popular para la identificación de problemas y la toma de decisiones para su solución. Articular el desarrollo local con el municipal, regional, y nacional, partiendo en todos los casos de un enfoque endógeno y reforzar los sentimientos de arraigo y pertenencia hacia la comunidad a partir de la consolidación de la identidad cultural local.
El trabajo comunitario integrado tiene cuatro fases fundamentales: diagnóstico, planificación, ejecución y evaluación Estas fases configuran un proceso de trabajo abierto y progresivo, lo que significa que cada una será enriquecida gradualmente en la misma medida que la comunidad aporte y se desarrolle. En cada una debe buscarse la máxima participación entendida esta como“involucramiento activo, individual o colectivo de las personas como sujetos de la actividad” (Alonso Freyre, 2015).
Otra de las etapas es el diagnóstico, encargado de revelar cuáles son los problemas y necesidades de la comunidad, así como el potencial humano y material con que se cuenta. Es el punto de partida para la jerarquización de las necesidades derivadas de la evaluación realizada, y para dar orden de prioridad a las acciones a desarrollar. Ttiene que ser: auto, triple y participativo.
El plan de acción permite formular claramente cómo organizar y ordenar en el tiempo, las acciones que se den de emprender en la comunidad. Al confeccionarlo se tendrá en cuenta la definición de objetivos de trabajo a partir de la definición y jerarquización de las necesidades realizadas en el diagnóstico (qué pretendemos modificar y alcanzar en los aspectos jerarquizados entre las demandas identificadas) y los recursos materiales y humanos con que se cuenta.
Esta concepción del trabajo permite articular de manera coherente los diferentes factores existentes en función de dinamizar las potencialidades de la comunidad. Parece fácil hacer trabajo comunitario pero ¿cuáles son los obstáculos en estos precisos momentos en que el enfrentamiento a la pandemia de la COVID 19, la batalla más dura, se libra en el escenario del barrio?
No existe una respuesta única, uniforme, se debe construir el trabajo comunitario integrado que cada barrio quiera y pueda construir, no se puede ver como una tarea más, se tiene que ver como LA TAREA. Esperamos sus comentarios, porque esto tiene más para la reflexión y la acción.
Referencias bibliográficas
Castillo Arzola, N. (20 de noviembre de 2018). Gestiòn del conocimiento en las interacciones transformadoras de los actores gubernamentales para el desarrollo local de Florencia. Tesis de doctorado . Santa Clara, Cuba.