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El sobrenombre de la guajira viene a partir de comenzar la producción porcina, por trabajar en el campo y ser una de las pocas mujeres que se dedica a estos menesteres en Florencia y en la provincia de Ciego de Ávila. Los propios colegas, productores porcinos y personal vinculado con esta actividad comenzaron a llamarle de esa manera a modo de reconocer su dedicación conocimiento y carisma.
La guajira sintetiza el amor de hija, de madre, de esposa, de responsabilidad con la producción. Este sobrenombre resume la esencia de la mujer cubana, empoderada y conocedora de sus derechos, haciéndolos valer desde la equidad, se demuestra como hombres y mujeres pueden construir el desarrollo sostenible.
Otra de las cuestiones que entra a conformar a la Guajira es su pasión por la producción agrícola, en especial la crianza del ganado menor, sin dejar de ser sencilla, amable y con un alto sentido del compañerismo, de la cooperación, el respeto y el uso de la ciencia.
La finca se obtiene como herencia de los suegros alrededor del 2005 y Yamile decide dejar de trabajar en la bodega de “Las Veguetas” (llevaba 18 años administrándola) y dedicarse a la finca, primero se dedicó a los cultivos varios y los frutales, allí mano a mano con su esposo fue construyendo una finca productiva y familiar, con una extensión de 3.17ha. Sus hijos fueron incorporándose a la producción. La hija se graduó en 2017 de médico veterinario y el hijo en el 2015 culmina sus estudios de Técnico medio en agronomía.
La producción porcina comienza en el 2008 con 35 cerdos fruto de un convenio con la Empresa Porcina de Ciego de Ávila. Con este número de animales comenzó la capacitación y aprendizaje en la práctica del manejo de la masa porcina. Fue creciendo la masa porcina hasta llegar a 200 animales y realizando dos convenios al año.
En busca de la sostenibilidad de la finca, y a partir de capacitaciones recibidas, por parte de las entidades del CITMA y Porcino y el incipiente desarrollo en Florencia del Movimiento de Usuarios del Biogás, deciden en el año 2014 construir un digestor anaeróbico para el tratamiento de los residuales. Este elemento ha constituido polígono demostrativo para el resto de los criadores porcinos del territorio de Florencia y la provincia de Ciego de Ávila. Los lodos emanados de la digestión anaeróbica se utilizan como fertilizantes orgánicos en cada una de las cosechas de la finca.
Un ejemplo de como el biodigestor puede influir de manera positiva ante eventos naturales extremos, está en que, durante el embate del huracán Irma en la vivienda de la finca se pudo mantener la alimentación de 12 familias de la comunidad.
La crianza de cerdos no compitió con la producción de frutales ni con la utilización de técnicas agroecológicas que posibilitaron que la finca alcanzara la categoría de “ESCUELA” del proyecto internacional de colaboración “Conectando paisajes”.
La finca mantiene sistemática presencia en las Ventas en las ferias populares los sábados y domingos. Se han realizado donaciones a los respectivos centros de aislamiento en el municipio. Recientemente se retoma la idea con el rebrote que ha tenido la enfermedad en nuestro territorio. De igual manera se mantiene durante toda esta etapa la ayuda a las familias vulnerables cercanas a la comunidad donde está enclavada la finca.
La guajira y buena parte de su familia padeció la COVID 19, en estos momentos se encuentran todos recuperados y Yamilé con el impulso de siempre retoma el quehacer diario, me sentí muy mal , me contó , pero con unas libras de menos ya estoy en la batalla nuevamente, junto a toda mi familia. Me dijo también que además de los cerdos, los aguacates, los mameyes, las acerolas y los conejos, tenía 11 gallinitas que eran un primor. ¡Nada que hay guajira para rato!