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    Florencia

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    Los actuales territorios del municipio de Florencia pertenecieron en un principio (siglo  XVI) a la villa de Sancti Spíritus, la que había sido fundada en 1514. Las primeras referencias que se tienen sobre el asentamiento oficial  de españoles en esta zona datan desde el siglo XVI, cuando el siete de julio del 1523, el ayuntamiento de la villa espirituana, demarcó el corral de Marroquí a Doña María de Quintero, vecina de Puerto Príncipe.

    La exploración de la zona fue realizada por los colonizadores españoles utilizando los trillos trazados por los aborígenes y empleando a estos como guías. Por estos trillos se hicieron  los primeros caminos, y en algunos puntos importantes como encrucijadas  de caminos, lugares de agua potable permanentes, ríos con posibilidades de poseer oro, lugares de tierras fértiles se construyeron las primeras viviendas con fines asentamiento en el XVI. Así surgen Marroquí, Guadalupe, Cacarratas y otros lugares.

    El trazado primitivo de los grupos poblacionales  del municipio respondía a la costumbre de fabricar casa frente y a lo largo de caminos transitados, y desde estos núcleos  la población se fue irradiando hacia  lugares más intrincados con fines de utilización agrícola, ganadera y forestal, del espacio que se iba poblando.

    En este  territorio no hubo desarrollo de la industria  azucarera. Sólo existieron algunos trapiches en Guadalupe y Marroquí, surgidos a  partir del año 1836, que fueron destruidos  durante la Guerra de Independencia. El escaso crecimiento de esta industria no propició la introducción de fuerzas de trabajo esclava de negros africanos en grandes cantidades.

    Las principales actividades económicas de esta etapa fueron:

    • La crianza de ganado mayor y menor.
    • El cultivo de tabaco.
    • La producción y venta de miel de abeja, cera y cebo.

    En el siglo XVI esta zona pertenecía al Partido Pedáneo de Morón, que a su vez estaba subordinado a la jurisdicción de Sancti Espíritus. Según el censo efectuado en 1899 la población total de la región era de 2627 habitantes, de los cuales 1073 correspondían al barrio de Marroquí,  y 1554 al barrio de Guadalupe.

    En el año 1923 los hermanos Mauricio y Bautista Cepero García le compraron a Manuel Cepero Gil (conocido por “Manengue”) un terreno en su  finca Ojo de Agua, donde fabricaron la primera tienda que hubo en el lugar, una casa de madera y zinc, la cual establecieron para vender productos  a los constructores del ferrocarril Morón-Santa Clara, que se venía acercando y a los campesinos de las sitierías existentes.

    En el año 1924 llega al barrio de Guadalupe el ferrocarril, estableciendo una estación en la finca Ojo de Agua, en los en los terrenos  que Manuel Cepero Gil había vendido  a la compañía  de Fomento de Chambas, la que a su vez realizó ventas de parcelas y solares  para que se construyeran viviendas y otros inmuebles.

    La estación, por sugerencia del señor Antonio Docal Hernández, ingeniero jefe de la construcción del ferrocarril, recibió como nombre Florencia, según se dice porque la belleza del paisaje de este lugar le hacía recordar a la ciudad italiana, cuna  del Renacimiento.

    Según consta en actas, el 5 de septiembre de 1927 fue acordado declarar al poblado de Florencia, en el barrio de Guadalupe, del término municipal de Morón como zona urbanizada. El 15 de diciembre de1927 el entonces presidente Gerardo Machado Morales, en un recorrido por  el Ferrocarril Norte de Cuba lo deja oficialmente inaugurado.

    Conjuntamente con el ferrocarril, llega a Florencia la electricidad. Fue la familia Viñas Jardí la que instauró este servicio y lo hizo por medio de una planta que funcionaba durante las primeras horas de la noche. Con anterioridad, en 1920, los Viñas Jardí ya había instalado otra planta similar en Tamarindo.

    Las ventajas que trajo el ferrocarril a la zona, constituyó punto de partida para el desarrollo rápido de su economía. Ello fue apreciable tanto en la evolución tipológica del incipiente pueblo, como  el rápido florecimiento en él de  comercios industriales y de víveres, bares, cafeterías. Se conoce que en1928 aparece la primera tienda  de ropa, propiedad de Fermín Fernández,  secundada luego por otros comercios y timbiriches que atraían nuevos habitantes. Estos avances estuvieron dados, en lo fundamental, por  el aumento en la entrada de dinero que supuso la mayor y mejor comercialización de las producciones agrícolas de la zona. Así, por ejemplo, la ganadería, las frutas, las  viandas y los vegetales, sobre todo el tomate, fueron rublos de notable crecimiento, pues en gran parte sus producciones eran destinadas  a la venta en otras zonas de Cuba y para la exportación. 

    Motivado por el auge que tiene en la zona los talleres de selección y beneficio del tomate, llega a Florencia en el año 1939 firma “Sansó Ribot y Cia” que establece  la primera fábrica de puré de tomate con sus respectivos  maduraderos .En 1945 inicia sus producciones otra fábrica de puré de tomate, la Florencia Industria SA, propiedad de José Pérez Días y Antonio Fernández  Leira.

    Por esos años aumenta también  su desarrollo, el cultivo del tabaco, mayormente dado por el establecimiento en esta zona de decenas de inmigrantes canarios que se dedicaban con muchos conocimientos y mucha voluntad a este duro trabajo. Esto impulsó el surgimiento de escogidas de tabaco, dando con ello oportunidades de empleo, fundamentalmente a las mujeres, y mayor entrada de dinero al territorio. 

    Por los años 40 surge el Banco Agrícola y Mercantil de Florencia que fue el primer banco que hubo en el territorio. Ya en esa etapa el desarrollo del poblado de Florencia era superior, tanto  por la densidad poblacional, como  por la formación urbanística, a los antiguos Marroquí y Guadalupe, y al próspero Tamarindo. Con la división Política administrativa de 1976 en que se estableció la provincia de Ciego de Ávila, los municipios de Tamarindo, Marroquí y Florencia, que pertenecían a la región de Chamba, se funcionaron para formar  el actual municipio de Florencia.

    La superficie territorial de este municipio es de 286 km2 y su población es de 19307 habitantes. De ellos 9.314 corresponden al sexo femenino y 9.993 al masculino, lo cual equivale  aproximadamente a 80 habitantes por kilómetro cuadrado (datos del censo 2012)

    El municipio está compuesto por diversas zonas de las cuales los poblados de Florencia  y Tamarindo  son los de mayores niveles de urbanización. A ellos les siguen Marroquí y Guadalupe. Otros puntos importantes son: Abras Grandes, El Aguacate, Las Grullas, Las Pojas, Limpios Grandes, La Cadena, La Vega. Existen cuatro consejos populares: Florencia, Tamarindo, Guadalupe y Marroquí.

    Al municipio de Florencia lo identifican algunos símbolos. El de mayor arraigo es la hoja de tabaco por haber sido este su renglón económico más importante durante parte de su historia, también es identificado por sus lomas y sus bellos paisajes, con los pimientos morrones y con los tomates. (Martínez, 1997)

    Por sus características topográficas se considera un territorio montañoso, con fuertes pendientes, pues su topografía es quebrada en un 62%, Florencia se encuentra enclavada en las alturas del norte o Sierra de Jatibonico,  su punto culminante es la loma de El Merino con 408 m sobre el nivel del mar.

    La presencia de abundantes ríos y la topografía del territorio, determinaron la construcción en Florencia del mayor embalse de agua de la provincia de Ciego de Ávila, lo cual tuvo importantes repercusiones sobre la producción agrícola del municipio, tanto por haber ocupado parte de sus tierras fértiles como por el desplazamiento de población rural al sector urbano. Como efectos positivos, generó una fuente de energía renovable, una reserva del recurso agua y generó posibilidades de desarrollo de la acuicultura.

    De manera general el territorio de Florencia posee antecedentes en su medio natural  como proveedor de materiales y energía, cuestión esta que se revierte en la actividad económica y el bienestar de la población, aspecto fundamental para una evaluación del desarrollo sostenible. Otro antecedente importante ha sido la presencia del ferrocarril, que potenció su desarrollo económico y social y la salida comercial de sus producciones agrícolas. La construcción de un embalse hídrico determinó cambios importantes en los últimos veinte años, algunos positivos y otros negativos con relación al desarrollo sostenible potencial.

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