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    Conozca sobre los suelos, minerales, la fauna, los recursos forestales, los recursos energéticos propios y principales ecosistemas del territorio.

    Suelos

    Los suelos son predominantemente pardos  con Carbonato, pardos sin carbonato y fercialíticos pardos rojizos con un subtipo típico y un material basal de roca caliza, rocas ígneas y rocas ácidas, saturados mayor de 75% y carbonatados, con una profundidad pedológica  medianamente profunda (de 20 a 50 cm), a poco profundo (menor de 20cm). Los suelos de Florencia son  en la capa arable  medianamente humificados (de entre el 2 y el 4%) a poco humificados (menor del 2%).

    La erosión en estos suelos se encuentra entre la mediana (pérdida de horizonte ¨A¨, entre 25 y 75%) y fuerte (pérdida de horizonte ¨A¨, desde el 75 y 25% del ¨B¨), predominando la erosión fuerte.

    No existen problemas de salinidad en el municipio, sin embargo poseen un grado elevado de carbonato. La textura que predomina es la arcillosa, siendo su contenido grave, entre el 2 y el 15%, es decir, poca gravillocidad. El contenido de piedra oscila entre el 0,2 y el 3%, es decir que es considerado como pedregoso y de 0,01 a 0,1%, lo equivalente a moderadamente pedregosos.

    El contenido de rocas es moderadamente rocoso, de 2 a 10% de rocas, pero no existen muchos suelos con estas características. La profundidad oscila entre 25 y 50cm, siendo estos suelos poco profundos y suelos muy poco profundos, menos de 25 cm.

    Las pendientes oscilan desde 4 a 16%, existiendo de 16 a 50 en algunos lugares del municipio.

    Ratio: 1 / 5

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    La presencia de recursos minerales de importancia en el territorio de Florencia es escasa, solo existe un yacimiento de asfaltita en la zona de Abras Grandes, y uno de  arcilla en la zona de El Baño, los cuales no están en explotación.

    Sin embargo existen evidencias históricas de la existencia y explotación de recursos minerales en otros tiempos, tal es el caso de las minas de asfalto "María Rayón y Yalarón", denunciadas por Don Francisco Fernández Calzada el 10 de junio de 1879, en el entonces cuartón Jatibonico, lo que hace suponer fuera el momento que marcó su comienzo de explotación. Periódicos de la época  como el "Siglo XX", de Yaguajay, dan testimonio de la calidad del mineral extraído, al publicar en un artículos el 24 de febrero de 1903, el reconocimiento logrado por dicho mineral en exposiciones tales como las de Buffalo, en Estados Unidos y la de París, en Francia. Se supone que estas minas estuvieron en explotación hasta la década de 1930.

    Otros yacimientos explotados fueron el de las minas de cobre de  María Antonieta, en El Cuabal, la que se explotó hasta 1940, y  La más buena, en la zona de Los Limpios, la que se explotó hasta la década de 1920. De esta última se dice que también se extrajo oro en tiempos de la colonia española por una compañía francesa.

    En la actualidad estos recursos están inexplotados totalmente y no parece que puedan aportar al desarrollo sostenible, excepto la asfaltita que se pueda aprovechar para  el mantenimiento de los viales locales.

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    El territorio posee una fauna variada teniendo en cuenta que existen muchas de las especies que pueblan el resto del país, ya sea las introducidas por el hombre como las originarias de la región.

    Constituye un hecho singular la presencia de algunas especies menos abundantes, lo que está dado por las condiciones medioambientales propias de la zona del complejo de cavernas Boquerón, tal es el caso de  mamíferos representados por el murciélago frutero (Artibeusjamaicensis), el murciélago insectívoro (Macrotuswaterhousei), el murciélago mariposa (Natales lepidus), y el murciélago pescador (Noctilioleporinus), estos dos últimos endémicos del territorio.

    La abundancia y diversidad de especies de la flora y la fauna constituye otro elemento que influye sobre el desarrollo sostenible, pero en el caso de Florencia no es relevante.


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    Se compone por  montes naturales y plantaciones, estos ocupan 5114,1ha del territorio. El índice de boscosidad es del 13,6%, estando por debajo de la media nacional que es de un 22%, ya que existen 682,9ha de áreas deforestadas.

    Los montes naturales se encuentran en áreas comprendidas desde Boquerón hasta Las Margaritas, y desde El Cafetal hasta El Palmar, conformados por especies como algarrobo cubano, almácigo, guácima, baría, cedro, jocuma, sigua, yaya, guacacoa, y soplillo. Algunas especies valiosas como la yaba, el sabicú y dagame están en fase de extinción debido a la tala indiscriminada, aparición de áreas dedicadas al cultivo y por la utilización no planificada de madera.

    Las plantaciones están conformadas por especies introducidas, tales como: pino, eucalipto, caoba cubana, caoba hondureña, algarrobo indio, algarrobo de olor, teca, yorúa, bijaura y roble, estas son controladas por la Empresa Forestal en coordinación con entidades como Flora y Fauna y el sector productivo campesino.

    Existen además diferentes tipos de frutales, orquídeas, helechos y palmas entre otros. Un caso específico es el de la “gaussia espirituana”, una especie que es  endémica de la zona central del país, y de la que existe una población en el área de las canteras de piedra de Los Barriles, la única avistada en el municipio de Florencia. Otra de las especies de palma endémica de la zona es la palma azul, ubicada en los límites entre Florencia y el municipio espirituano de Jatibonico. Se han realizado investigaciones y se desarrolla educación ambiental en la zona.

    Aquí se debe distinguir entre especies autóctonas o introducidas, y dentro de estas últimas, las que pueden representar una amenaza al ecosistema, así como también las especies exóticas invasoras, que en Florencia se evidencian en la abundancia del marabú, fundamentalmente en el área de la faja hidrorreguladora, a consecuencia del no cumplimiento de los planes de reforestación. Destacar que el marabú es también una potencialidad poco explotada, sobre todo en la producción de carbón.

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    La disponibilidad de fuentes propias de energía es otro factor esencial en una evaluación del desarrollo sostenible. Los principales recursos energéticos con que el municipio puede contar se basan en fuentes renovables y se manifiesta por medio del uso de agua y  biomasa proveniente de las excretas de cerdos y ganado vacuno.

    Respecto al agua por la existencia de volúmenes susceptibles, hay un gran potencial para generar energía y tener un mayor impacto para el desarrollo sostenible. El territorio cuenta con una pequeña central hidroeléctrica (PCHE), que aporta al municipio cierto porcentaje ejemplo: porcentaje de la energía renovable entregada, 16.75%.

    Con la biomasa, a partir de las excretas de cerdos y ganado vacuno, existen potencialidades para el uso de la materia orgánica, específicamente con la construcción de las plantas de biogás o sistemas de tratamiento con la aplicación de Digestión Anaerobia (DA).

    El desarrollo de esta tecnología se ha enfocado, en primer lugar, al beneficio ambiental y la protección de los recursos naturales, simultáneamente tiene como ventaja la obtención de un gas con características energéticas apto para el uso como combustible. Los porcicultores han utilizado esta vía para atenuar los daños al medio ambiente que esta producción provoca, aunque no es suficiente, de acuerdo con la cantidad de convenios existentes, se concluye que hay un gran potencial de energía renovable en biomasa, para el desarrollo sostenible que no se aprovecha. (González, 2012)

    En los últimos tiempos esta alternativa energética, y al mismo tiempo protectora del medio ambiente, tiene popularidad en el territorio debido a una campaña de bien público elaborada por estudiantes de la filial universitaria, y todo el trabajo de divulgación científica desarrollada por los actores del municipio y el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente.

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    Florencia está conformado fundamentalmente por dos ecosistemas, el montañoso, aunque sus  elevaciones no son muy significativas,  las de mayor altura son el Pico Merino y el Pico 28 de enero, con poco más de 400 m  sobre el nivel del mar, actualmente este sistema está medianamente reforestado y forma parte del Programa Turquino.

    Este ecosistema brinda servicios de apoyo porque contribuye al desarrollo de los ciclos naturales, a la formación de suelos con medidas de protección y conservación, propicia la producción  de frutales y forestales, suministra alimentos y agua para el consumo, y también recursos maderables.

    Otros servicios que presta el ecosistema florenciano es el de regulación, principalmente al clima tropical húmedo, que al interactuar con el sistema montañoso se vuelve muy agradable, el de amortiguación de eventos meteorológicos como los huracanes y las tormentas y también sirve como un purificador de agua por naturaleza.

    Los paisajes, de reconocida belleza, favorecen el equilibrio emocional de las personas, inspira a los creadores artísticos y se promueven incipientemente, como una opción turística de naturaleza en el polo de Cayo Coco.

    Existe una base de campismo, Boquerón, que está enclavada en  El Hoyo de los Indios, su ubicación en medio de la naturaleza, rodeada de montañas, y de una abundante vegetación, la hacen convivir en absoluta armonía con la naturaleza. Es un centro que  además de acoger vacacionistas, promueve el cuidado del medio ambiente, y favorece la realización de estudios al ecosistema.

    El otro ecosistema es el hidráulico formado por una red fluvial de ríos y arroyos y un embalse artificial, que es considerado el mayor de la provincia, todo ello descansa en la llamada vertiente sur de la cuenca Chambas. Esta gran reserva de agua  no se aprovecha de manera óptima pues, no se cuenta con la infraestructura necesaria de acueductos y sistemas de riego para la agricultura, esto influye directamente en los rendimientos de la base económica fundamental. Presta servicios de apoyo  a los ciclos naturales, suministro de alimentos y agua dulce. Desde lo cultural es proveedor de un bello paisaje y puede ser más explotado con fines recreativos y educacionales desde la perspectiva ambiental.

    También existe el sistema de Cavernas de Boquerón, que tiene alto valor paisajístico, por lo que constituye un potencial atractivo turístico, sin embargo no es aprovechado adecuadamente. Sirve de apoyo a los ciclos naturales, y se han realizado diversos estudios de esa zona, sin embargo no se han socializado en el municipio, y por tanto ese conocimiento no se ha podido utilizar en el desarrollo sostenible.

    Problemas que identifica el diagnóstico en los recursos naturales: